3 años con un gatito :)

Hoy hace tres años, sábado en la mañana, cumplí uno de los caprichos más grandes de mi vida. Adopté un gatito =) !!!. Mi gordo Merlín que el día de hoy es todo un gatote de tres años adulto, saludable y yo espero que muy feliz.

Fue un capricho porque siempre había querido tener un gatito. Prueba de ellos son los tres peluches de gato que fui acumulando durante mi adolescencia

He de confesar que creí que sería como cuidar a un perro, a lo cual siempre estuve acostumbrada. Con el pasar del tiempo me he dado cuenta que el peor error de toda la gente es comparar al gato con el perro. Son completamente diferentes, desde el comportamiento hasta la manera en que desean ser tratados.

Recuerdo que esa primera noche creí que no lo lograría. Y no maulló en realidad, pero luego el stress de la primer semana y estar pensando en si la estaría pasando mal encerrado en el apartamento solito, o si le pasaba un accidente y lo encontraba muerto 🙁 …eso me tenía muerta de la angustia.

El primer mes leí un montón de blogs y reportajes sobre gatitos…todo lo que había que saber de ellos. No pasó ni un mes para llevarlo al veterinario y comenzar su rutina de vacunas, que el primer año era una vez al mes.

Han sido tantas experiencias y aprendizaje…más de lo que hubiera imaginado. Ahora me considero medio experta en gatitos…al menos sé que si tuviera otro ya sería como dicen, a lo que vinimos.

Pero sobretodo ha sido algo muy gratificante. El cariño y compañía que te puede dar un gatito es mayor que el imaginado y si uno es amante de los animales y sobre todo de los felinos, va a estar feliz feliz!.

Ahora yo no imagino mis días sin Merlín. Cuando se ha dado una que otra escapada paso sintiendo que llega a mi lado moviendo la cola o que está dormido en la cama plácidamente. Y no paso tranquila hasta que llega maullando a la puerta exigiendo que le habra para entrar 🙂 .

Para todos aquellos que vayan a iniciarse como compañeros de un gato, les recomiendo una web de la que me enamoré poco después de que Merlín llegara a mi casa… El Gato en Casa es una web española para todos los amantes de los gatitos. Tienen mucha información para los dueños de gatos de todas las edades, tips para incorporar a un gatito a la familia, razas, comportamiento felino así como curiosidades.

En fin, una web muy completa, además que trimestralmente tienen su revista (de la cual también hay versión web) del Gato en Casa y que es muy interesante 🙂 .

Y bueno! que Merlín siga cumpliendo muchos años más 😀 ! miau

Noches malas y otras historias (I)

Dicen que si uno tiene una preocupación o una actividad importante es normal que pase malas noches cuando está en medio de las emociones de preparativos o si es el día previo al evento.

Eso es parte de la experiencia, a pesar de que no ayuda mucho a estar descansado y despejado para vivir el momento y tomar desiciones importantes.

Una de esas noches (y en parte día) que recuerdo, fue el que me fui definitivamente de mi casa de infancia por un largo periodo…periodo que la verdad no terminó y en ese momento no lo acepté ni lo pensé.

Lo importante era que me iba. Me iba a estudiar, a la Universidad, lejos de casa. Y trás de todo, iba a vivir “sola”  en unas residencias estudiantiles que prometían ser toda una experiencia.

Ese fue un domingo soleadísimo de verano costarricense hace 9 años (un poco más), y partía como a las 10 am con una comitiva conformada con mi en ese entonces novio, sus dos hermanas (una estudiaba y vivía en el mismo lugar) y mi suegro que no me veía con muy buenos ojos pero que se compadeció de que tuviera que dejar el hogar en buses y bien sola. De hecho ya tenía el tiquete comprado para ese día y lo único que recuerdo era que costaba 1700 colones…ahora cuesta 1000 colones más dependiendo de la hora :-/ .

En mi casa me despidieron mi mamá, mi abuela, mi hermano y mi primo Mauri que andaba escapado y en esos momentos andaba por ahí de los 4 añitos apenas.

Recuerdo que el viaje no fue largo ni incómodo. Más incómodo fue acompañarlos a almorzar donde su abuela que nunca había visto y llegar como la más extraña, pero no hallaron como dejarme sola en las residencias desde el medio día. Claro, tiempo después descubrí que antes del día de entrada a clases, el domingo era pura desolación hasta que a partir del anochecer las más desafortunadas fueran llegando con sus cositas porque entraban lunes a alguna clase en la mañana.

En ese entonces, el día “libre” de muchos era el miércoles…tiempo después eso cambió a lunes.

También recuerdo que el camino desde San José a Cartago se me hizo lento y apesadumbrado… 3 KM eternos desde el letrero que decía Instituto Tecnológico de Costa Rica en la interesección para Cartago.

El previo antes de acostarme no lo recuerdo muy bien. Nadie llegó esa noche así que tuve que elegir alguna de las camas sin dueño y poner algunas sábanas para dormir. Saqué la lámpara de toda mi vida y una fotografía para darle un poco de color a ese cuarto que en ese momento se me hacía grandísimo.

La noche fue malísima. Pasé despertándome, unas veces por el ruido que escuchaba desde el pasillo que se me hizo infernal (y que resultó ser de lo más común hasta pasadas la media noche) de chicas saludándose efusivamente y conversaciones sin fin…y otras veces por el frío que no me dejaba conciliar el sueño. Frío común en Cartago, al que no estaba acostumbrada y para el cual llevé una cobija que no era muy apropiada.

Esa fue una de las primeras malas noches…en ocasiones me recuerdo y me doy pena de mi misma.

Los gatos y los rascadores ~

Cuando se va a adoptar un gatito, uno de los implementos primarios que se debe comprar es un rascador. Por naturaleza, los gatos necesitan rascar para afilarse las uñas, así que antes de que lo hagan en los muebles o en los pantalones para ir a trabajar, es mejor enseñarlos desde pequeñitos a usar uno de estos utensilios.

Además de descargar su naturaleza de rascar, estos en ocasiones les permiten hacer un poco de ejercico (tan importante en un gato casero) y estimular sus instintos de cazadores y juego.

Tampoco es que nos libramos de que rasquen los sillones o cuanta tela agradable a su tacto encuentren. Siempre es posible sorprenderlos rascando algo si les gusta el objeto…pero bueno, al menos se reduce en gran medida el impacto…y como que ellos entienden que con el rascador si se pueden desquitar 100%.

El primer rascador de mi gato es como el de esta fotografía, pero sin la base de peluche. Tenía un mecatico que permitía que uno lo guindara en un clavito o desde el llavín de una puerta y así pudiera rascarse apoyándose contra una pared en posición vertical, pero nunca le gustó usarlo así.

Entonces ya pasaron casi tres años de usarlo puesto en el suelo y le sirvió bastante bien…aunque ya está horrible (luego actualizo con foto del estado actual del pobre rascador).

Así era/es el primer rascador de Merlín

 

Cualquier humano de un gato sabe que son completamente animales de costumbres. Cualquier juguete u objeto novedoso puede que les guste, puede que no. Así que cambiar de rascador era todo un reto.

Que belleza *-*

Ya quería comprarle uno nuevo y siempre soñé con comprarle de esos rascadores que parecen un parque de juegos para gatos *-* …pero son extremadamente caros y aunque deben ser sencillos de hacer en casa pues la pereza me ganó.

Por ahora al fin encontré uno que se adecuaba a lo que quería gastar y que además se veia bien…apenas como para incursionar en un rascador más diferente. 

Es sencillo, de los que tienen una base para rascar, un palo que lleva a una segunda base y en la cual se pueden hechar a dormir, a vigilar…todo lo que un gato ama.

Desde la segunda base tenía dos bolitas (pero una ya sucumbió ante la ira de mi gato) que les permiten jugar  y que además traían Catnip en su interior, lo cuál lo hace aún más apetecible para el gatito. Además, ambas bases son de una tela dura (como la de algunos forros de sillones) que ellos adoran, y el palo que une ambas bases tiene la mitad de ese material y la otra mitad del mecate fibroso del que están hecho la mayoría de rascadores.

 

Aceptación:  los primeros dos días ignoró olimpicamente el nuevo objeto colocado en uno de sus lugares favoritos. Lo olfateaba, se paseaba lejos y lo observaba por aquello que fuera una trampa en medio de su ambiente natural.

 

 

Pero luego ya noté que accedió que era para él y naturalmente comenzó a rascarlo (no sabré nunca si porque entendió las señas que le hice con sus propias patas o porque el material le gusta…da igual).

 

Merlín disfrutando su rascador

 

No ha pasado ni una semana y ya el segundo piso es un o de sus sitios favoritos para dormir (por ahora). Además lo rasca más frecuentemente que a su rascador viejito, que aún conservo para no quitarle una de sus cosas favoritas así de golpe….luego lo botaré cuando esté más feo de lo que ya está.

En resumen…si tienen un gato, un rascador es un éxito! tanto por lo que se divierten como por los beneficios de rascar, sobre todo si el gato pasa encerrado en casa la mayor parte del tiempo. Eso sí, a tener paciencia, que ellos no correrán y abrazarán el rascador…tiempo al tiempo.

 

 

 

 

 

 

Bob Marley dijo una vez… ~

”Puedes no ser su primero, su ultimo o su único. Ella amó antes y puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora ¿Que otra cosa importa? Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti.

Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti…’

Que no se pierda la gente ~

Algo que me encantó del año pasado es que volví a reunirme con gente que tenía largo tiempo de no ver y que siempre guardo en mi corazón.

En especial M & A, a las cuales hace rato no veía y que, seriamente, me han hecho demasiada falta.

Para mi era increíble que luego de casi 5 años no las hubiera visto, pero lo que más me encantó fue que esa tarde de café sucedió como si no hubiera pasado el tiempo y como si nos hubieramos visto tan sólo ayer.

Claro, muchas cosas habían cambiado y muchas historias resultaron. Ya no eramos las mismas pero a la vez guardabamos esa confianza que nos había líado en una burbuja de confesiones y recuerdos. Ya no eran madrugadas tratando de salvar al mundo y compartiendo pensamientos. Ahora eran personas con más camino recorrido, tratando de salvar su mundo.

Cada vez que lo pienso, me determino a que no pasen 5 años más. Eso no puede suceder. Al final la rutina nos envuelve tanto que se nos olvida lo que sí es importante, y la gente que debe estar cerca de nosotros.

Más cuando luego de 5 años, es como si fuera ayer…