Los gatos y los rascadores ~

Cuando se va a adoptar un gatito, uno de los implementos primarios que se debe comprar es un rascador. Por naturaleza, los gatos necesitan rascar para afilarse las uñas, así que antes de que lo hagan en los muebles o en los pantalones para ir a trabajar, es mejor enseñarlos desde pequeñitos a usar uno de estos utensilios.

Además de descargar su naturaleza de rascar, estos en ocasiones les permiten hacer un poco de ejercico (tan importante en un gato casero) y estimular sus instintos de cazadores y juego.

Tampoco es que nos libramos de que rasquen los sillones o cuanta tela agradable a su tacto encuentren. Siempre es posible sorprenderlos rascando algo si les gusta el objeto…pero bueno, al menos se reduce en gran medida el impacto…y como que ellos entienden que con el rascador si se pueden desquitar 100%.

El primer rascador de mi gato es como el de esta fotografía, pero sin la base de peluche. Tenía un mecatico que permitía que uno lo guindara en un clavito o desde el llavín de una puerta y así pudiera rascarse apoyándose contra una pared en posición vertical, pero nunca le gustó usarlo así.

Entonces ya pasaron casi tres años de usarlo puesto en el suelo y le sirvió bastante bien…aunque ya está horrible (luego actualizo con foto del estado actual del pobre rascador).

Así era/es el primer rascador de Merlín

 

Cualquier humano de un gato sabe que son completamente animales de costumbres. Cualquier juguete u objeto novedoso puede que les guste, puede que no. Así que cambiar de rascador era todo un reto.

Que belleza *-*

Ya quería comprarle uno nuevo y siempre soñé con comprarle de esos rascadores que parecen un parque de juegos para gatos *-* …pero son extremadamente caros y aunque deben ser sencillos de hacer en casa pues la pereza me ganó.

Por ahora al fin encontré uno que se adecuaba a lo que quería gastar y que además se veia bien…apenas como para incursionar en un rascador más diferente. 

Es sencillo, de los que tienen una base para rascar, un palo que lleva a una segunda base y en la cual se pueden hechar a dormir, a vigilar…todo lo que un gato ama.

Desde la segunda base tenía dos bolitas (pero una ya sucumbió ante la ira de mi gato) que les permiten jugar  y que además traían Catnip en su interior, lo cuál lo hace aún más apetecible para el gatito. Además, ambas bases son de una tela dura (como la de algunos forros de sillones) que ellos adoran, y el palo que une ambas bases tiene la mitad de ese material y la otra mitad del mecate fibroso del que están hecho la mayoría de rascadores.

 

Aceptación:  los primeros dos días ignoró olimpicamente el nuevo objeto colocado en uno de sus lugares favoritos. Lo olfateaba, se paseaba lejos y lo observaba por aquello que fuera una trampa en medio de su ambiente natural.

 

 

Pero luego ya noté que accedió que era para él y naturalmente comenzó a rascarlo (no sabré nunca si porque entendió las señas que le hice con sus propias patas o porque el material le gusta…da igual).

 

Merlín disfrutando su rascador

 

No ha pasado ni una semana y ya el segundo piso es un o de sus sitios favoritos para dormir (por ahora). Además lo rasca más frecuentemente que a su rascador viejito, que aún conservo para no quitarle una de sus cosas favoritas así de golpe….luego lo botaré cuando esté más feo de lo que ya está.

En resumen…si tienen un gato, un rascador es un éxito! tanto por lo que se divierten como por los beneficios de rascar, sobre todo si el gato pasa encerrado en casa la mayor parte del tiempo. Eso sí, a tener paciencia, que ellos no correrán y abrazarán el rascador…tiempo al tiempo.

 

 

 

 

 

 

1 comment

    • jesi on 14/02/2012 at 2:23 pm
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    Me gusto la nota, le voy a hacer uno a mis gatos, ya que no salen al exterior y aunque tengan juguetes les vendríamuy bien un rascador ya que son muchos y aveces se aburren adentro de casa

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