~ Aves de paso

De vez en mes es interesante filosofar un ratito sobre ciertas cosas en esta cosa llamada vida. Y una de las que nunca me terminarán de sorprender es esa capacidad de cada uno de nosotros seres humanos de impactar de algún modo en la vida de los demás.

Cuando estaba chiquilla siempre que preguntaban sobre el significado de nuestra existencia, sobre ¿qué crees que hacés acá? ¿para qué estamos acá? lo único que se me podía ocurrir era en esa capacidad tan interesante de trascender. Y, tomando en cuenta que la definición precisa de trascender hace referencia a “ir más allá de un límite”, pues yo misma podía definir lo que era para mi esa trascendencia.

Con ese pensamiento decidí entonces que el único motivo real para el que estabamos todos acá era para ir más allá del límite dentro de las personas que conocieramos en nuestras vidas. Y con ese pensamiento me quedé.

Es como tener un fuego que quema y que usamos dentro de nuestras relaciones con los que nos rodean. Si logramos quemar a alguien aunque sea un poco, hemos triunfado y trascendido. Es parte de esa experiencia, de eso que podemos enseñar y aprender, de mejorar y dejar en la mente de todos a los que conocemos y conoceremos.

Aunque esos a los que quemamos ya no estén, ellos habrán tocado a otros, a su descendencia y quizá algo, pequeño aunque sea, se halla ido de nosotros con ellos.

Entonces, de vez en mes es bonito retomar los recuerdos y darse cuenta de como han influido las personas en la vida. Familia, compañeros de estudio o trabajo, amigos. Los amigos es algo interesante, porque algunas personas los tienen de toda la vida y otros los tenemos por temporadas y hasta que Dios quiera. También las relaciones de pareja.

Y si ya sé, es algo tan normal y tan humano que muchos no le ponemos atención en medio del ruido. Pero es interesante.

Se hace un análisis, un equilibrio y normalmente todos nos dejaron algo: enseñanzas, compromisos, recuerdos, momentos, fotografías, tazas de café o chocolatito, paseos, canciones, delirios, conversaciones, ideas, olores, sentimientos y nostalgias.

Todo es ganancia y todas esas quemaduras del pasado nos hacen ser ese mundo que podemos decir que somos hoy.

Entonces, por más breve que fuera el instante, por más años que se mantuvieran esos encuentros… no todos somos aves de paso en las vidas ajenas.
Todos simplemente queremos trascender

Leave a Reply