Kindle vs Libro – Parte 2

¡Hola!

 

Continuamos con la comparación entre libros físicos y el lector electrónico de Amazon, el Kindle. Podés ver la primera parte aquí.

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  Almacenamiento -Viaje:

 

Libro: este es un gran problema con los libros físicos, hay que ver dónde los ponemos. Arturo y yo tenemos dos libreros pequeños que espero poder llenar con libros cuando nos pasemos de casa. No somos de esas personas que tienen cientos de libros pero, si uno quisiera tener más y más y fuera adicto, el almacenamiento sería un problema. Para mí, si compro el libro (y el libro es hermoso o una saga) debe ser para lucirlo, sería una pena tenerlos en cajas donde nadie los ve (y son más díficiles de leer si se quiere).

En esto incluyo lo que es andarlos de viaje, ya sea por largos días o un paseo corto o andarlos para aprovechar un momento de esparcimiento en el trabajo. Dependiendo del libro añade peso a un bolso o maleta, quita espacio y además (y más importante para mí) el libro puede dañarse por andar ahí con otras cosas.

 

Kindle: acá el dispositivo electrónico se lleva una gran ventaja. Es cómodo, liviano, de tamaño adecuado para poder sostenerse con sólo una mano. Mi experiencia ha sido que con mi Kindle logré retomar el hábito de la lectura luego de varios años de intentarlo y ponerme siempre de objetivo leer aunque sea un libro por mes. El año pasado leí los cinco libros de Game of Thrones hasta hoy publicados en cuestión de 4 meses, y todos sabemos lo gorditos que son estos libros. Y esto fue posible porque me propuse leer siempre aunque fuera 10 minutos durante mi hora de almuerzo en el trabajo. En el Kindle no importa que tan gordo sea el libro, allí estará. Además, para los que tienen ese super poder de poder leer varios libros al mismo tiempo, es genial porque pueden andar todos los libros que la memoria del Kindle aguante, y ustedes sólo sentirán el peso del aparato.

 

Punto para el Kindle.

 

 

    “Mi libro no es mío”:

No sabía como describir esta “categoría” que noté recientemente, pero vamos a explicarla con cada ejemplo.

 

Libro:  Uno compra el libro porque le gusta la portada, la letra, el tipo de hojas. Se lo lleva para la casa, lo disfruta. Lo puede prestar si es de prestar sus cosas y por el tiempo que desee  (o que la otra persona lo secuestre). Lo puede recuperar. Puede pasar el tiempo y el libro nada más mostrará signos de deterioro normales. Pero es el mismo libro que compré.

 

Kindle:  Recientemente me dí cuenta que Amazon puede cambiar las portadas de los libros para Kindle si lo desea. Por ejemplo, el libro de Correr o Morir lo compré con la portada original y ahora tiene la portada de la película (cosa que ODIO que hagan). Ya sé que no es la gran cosa porque igual no es como que yo tenga el libro para ponerlo en un librero, pero me da mala espina.

Lo que si es impactante es lo de prestar los libros. Me emocioné al conocer que existen esa opción, pero fue decepcionante al saber que depende del autor o de la editorial del Kindle si el libro es “prestable” y que tiene límite de tiempo para ser devuelto automáticamente a mi cuenta de Kindle. Esto puede ser bueno o malo. Siento que si uno quisiera podría prestarlo por tiempo indefinido y quizá tener una opción de “reclamo” que me lo devuelva. Pero por ahora la opción de prestar lo presta por 7 días y luego lo devuelve. Espero (porque no la he probado) que si el otro usuario al que se lo presté no lo ha terminado yo pueda volver a prestarle el libro, pero me parece tedioso.  Y como sólo son ciertos libros que tienen habilitada esa opción, al final mi libro de Kindle no es tan mío como pensé. Un libro físico lo puedo prestar a quién y por cuánto tiempo quiera, sin discusión.

 

Punto para el Libro.

 

    Precio:

 

Libro: esto depende mucho del libro, pero si es popular será caro. Y si es de portada dura, será más caro. Más si lo buscas en español, agreguemos un poco más al precio por la traducción. Y como hay que comprarlo puede que el precio fluctúe dependiendo de la librería, o si se compra por internet y tiene que ser traído al país. Agreguemos impuestos y la ganancia del vendedor. Un libro físico puede resultar realmente caro. Y podría ser que no sea tan fácil disponer de ese libro, ni tan inmediato.

 

Kindle: otro beneficio del Kindle es que se dispone de toda la gama de libros de la Kindle Store, inmediatamente y valen muchísimo menos que un libro físico. Siempre el libro traducido va a costar más que el idioma original, pero es mucho mejor que con el libro físico. Por ejemplo, el libro de Juego de Tronos cuesta $9.99 para Kindle, y para Paperback aparece como que el precio original es $18 (más envío). 

Otro plus, que descubrí recientemente pero que no es tan legal, es que se pueden conseguir libros traducidos por fans en formato EPUB y leerlos sin problema en el Kindle (cofcofpirateriacofcof), esto tiene otros inconvenientes a tomar en cuenta, pero el factor precio es cero siempre.

 

Punto para el Kindle.

 

 

    Extras:

 

Libro: bueno, el libro es un producto ya terminado, listo para ser disfrutado. No tenemos muchas extras acá.

 

Kindle: un libro electrónico te permite hacer anotaciones, marcar frases que te gustan y que no quedarán para siempre en tu libro (yo no rayo mis libros). El Kindle permite ajustar el tamaño de la letra, cosa que es apreciada si uno tiene problemas para ver. Existen además adiciones interesantes como poder compartir citas en Twitter o Facebook, integración con Goodreads, entre otras como compartir reviews o el avance en la lectura. Interesante para cualquier geek.

 

Punto para el Kindle.

 

 

 

Para terminar, no voy en contra o a favor de alguno de los métodos de lectura. Ambas son formas de leer y eso ya es bueno. Como soy media geek de los libros, diría que siempre es hermoso tener el libro físico y lo prefiero, pero el Kindle es conveniente y práctico según el estilo de vida, además permite leer más seguido si uno no pasa mucho en casa. Amo mis libros y amo mi Kindle, pero a veces es bueno deliberar porqué los amo :).

 

¿Cuál método te gusta más?


¡Saludos!

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